A menudo podemos percatarnos cómo muchos medios de comunicación han derrochado torpemente su llegada a millones de personas alrededor del mundo. Pareciera que, quienes unos años atrás inspiraban al público a llevar un método de vida más sano han cambiado esos valores por la inmoralidad y burla hacia lo que es santo y noble. Si ir más allá, muchos de nosotros como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días hemos sido testigos oculares de noticias o episodios de televisión en los cuales hemos sido objeto de burla ante los "ojos del mundo". Mientras los productores, editores, actores, directores de cine, televisión y otros medios persiguen el bono comercial otorgado por las grandes empresas en sus campañas publicitarias, los santos fieles siguen orando y trabajando para "preparar la tierra para la llegada del Cordero de Dios".
Recién estaba leyendo un artículo el el Sitio Oficial de La Iglesia en Guatemala que fue publicado en Marzo de 2009 que refleja justamente este ambiente hostil y poco amistoso por parte de algunas productoras de Televisión que intentan provocar reacciones no apropiadas por parte de La Iglesia. Lamentablemente no logran percibir quién está a la cabeza de esta iglesia, quien la dirige y quien la defiende.
He aquí el artículo.
EL DILEMA DE LA PUBLICIDAD |
Salt Lake City, Utah, 9 de marzo de 2009
Al igual que otros grandes grupos religiosos, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días capta a menudo la atención de Hollywood o Broadway, se convierte en tema de las series de televisión o libros y de los medios de comunicación. A veces las imágenes utilizadas para representar la Iglesia y sus miembros son bastante precisas; pero otras veces las imágenes son falsas o juegan con estereotipos. Ocasionalmente, son de terrible mal gusto.
Los católicos, judíos y musulmanes han sabido por siglos, que la atención es inevitable una vez que una institución o grupo de fe alcanza un tamaño suficientemente grande para atraer la atención de los medios. Sin embargo, los santos de los últimos días - a menudo conocidos como mormones - todavía se preguntan cómo deben responder cuando los medios noticiosos o de entretenimiento insensiblemente trivializan o tergiversan las creencias o prácticas religiosas.
Los miembros de la Iglesia están a punto de encarar esa pregunta nuevamente. Antes de la primera temporada de la serie de HBO Big Love, que ha estado al aire desde hace más de dos años, los productores y ejecutivos de HBO le aseguraron a la Iglesia que el tema de la serie no sería acerca de los mormones; sin embargo, las referencias en Internet sobre Big Love indican que más y más temas sobre los mormones están siendo incluidos en el show y que los personajes son a menudo poco compasivos. De acuerdo con TV Guide, parece ser que ahora los escritores describirán las sagradas ceremonias del templo de acuerdo a como ellos las entienden.
Para los miembros de la Iglesia siempre resulta ofensivo que sus prácticas más sagradas sean tergiversadas o presentadas sin contexto o comprensión. La semana pasada, algunos miembros de la Iglesia comenzaron cadenas de correos electrónicos pidiendo la cancelación de suscripciones a AOL, que, como HBO, es propiedad de Time Warner. Definitivamente tal boicot realizado por cientos de miles de usuarios santos de los últimos días puede tener un impacto económico en la empresa. Cada santo de los últimos días tiene derecho a tomar esas acciones, si así lo desea.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, como institución no promueve boicots. Esta medida simplemente generaría el tipo de controversia que encanta a los medios de comunicación y que al final incrementa la audiencia de las series. Como el élder M. Russell Ballard y el élder Robert D. Hales del Consejo de los Doce Apóstoles han dicho recientemente, al manifestar en el ámbito público, los santos de los últimos días deben comportarse con dignidad y seriedad.
No sólo es este el modelo que Jesucristo enseñó y demostró en su propia vida, sino que también refleja la realidad de la fuerza y la madurez de los miembros de la Iglesia de hoy. Como alguien dijo recientemente, "Hoy no es 1830, y ya no somos sólo seis personas". En otras palabras, con una membresía de trece millones y medio de personas no hay necesidad de estar a la defensiva cuando la Iglesia se está moviendo y avanzando tan rápidamente. La fortaleza de la Iglesia está en sus fieles miembros en más de 170 países, y no hay pruebas de que estas extremas tergiversaciones en los medios de comunicación, dirigidas a una reducida audiencia, tengan a largo plazo efectos negativos en la Iglesia.
Ejemplos:
Ahora viene otra serie de Big Love, y pese a las garantías de HBO una vez más se difumina la distinción entre La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y el espectáculo de ficción de personajes no mormones y sus prácticas. Esas cosas dicen mucho más acerca de la falta de sensibilidad de los escritores, productores y ejecutivos de televisión que lo que se dice de los santos de los últimos días. Si la Iglesia permite que los críticos y opositores creen un campo de batalla, corre el riesgo de apartarse de la verdadera misión que ha aplicado con éxito durante casi 180 años. En lugar de ello, la Iglesia misma determinará su propio curso, ya que continúa predicando el Evangelio restaurado de Jesucristo en todo el mundo.
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